"Acapulco", y sentáte a descansar

Viernes: termina la semana -o empieza el fin de semana-. No importa si llueve o si es un bello día de sol porque en ambos casos, seguro optaremos por descansar.

Quienes disfrutamos de nuestro hogar sabemos encontrar algún rinconcito preferido que hacemos propio, con mate y libro en mano. O con algún aperitivo mientras observamos la caída de la tarde. Y para ello, nada mejor que elegir un asiento cómodo y confortable.

Por eso, cada último día de la semana, CuatroCorazones tiene una yapa: mostrarte las mejores sillas de diseño. Contarte su historia, quién es su autor y cómo fueron evolucionando en el tiempo, pese a haberse convertido en clásicos.

Y para esta época del año, en la cual se disfruta tanto de los espacios al aire libre, nada mejor que arrancar con la silla que pese a ser un diseño anónimo de los años ’50 se la considera una de las más reconocidas del siglo XX.

Su origen se remonta a la época en la que el puerto de Acapulco (México) era un centro de gran afluencia de turistas norteamericanos y donde los diseñadores mexicanos, bajo la influencia de la Bauhaus, se sentían estimulados a la producción de objetos con diseño de alta calidad.

Compuesta por un óvalo de metal que funciona como armazón y un asiento entretejido de cordones de PVC, la Acapulco se asimila a una serie de rayos cuya separación conforma una trama permeable que la convierte en una silla cómoda al moldearse el cuerpo y fresca para las altas temperaturas de las costas mexicanas.

Actualmente es una pieza clave en terrazas, balcones y jardines, cuyo desconocimiento de su autor ha permitido, a lo largo de los años, que varios diseñadores contemporáneos puedan mejorar y experimentar con diferentes materiales y formas.

Cuenta la leyenda que si la Acapulco pudiera hablar, diría: “sumérgete aquí y no te levantes por un buen rato”.

Será cuestión de probar!

Buen fin de semana!