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Casas, con corazón

  • Foto del escritor: 4.CORAZONES
    4.CORAZONES
  • 10 may 2018
  • 2 Min. de lectura

No es lo mismo crear tu “casa” que crear tu “hogar”. Crear tu casa es ejecutar tips, consejos, aplicar conceptos e ideas de quienes saben. Me atrevería a decir que basta sólo con asesorarnos bien.

En cambio, crear tu hogar, es una ardua tarea aunque con un resultado altamente reconfortante. Se trata no sólo de mirar, sino de ver. De buscar los espacios en los que sabemos que nos sentiremos cómodos no sólo nosotros, sino quienes nos acompañan habitándola. Y quienes nos visitan.

Por eso está bueno otorgarle a los ambientes ese plus con el cual nos identificamos, que nos hace sentir cómodos. Puede ser a través de un mueble, de un color que nos represente o de un aroma que nos permita sentirnos a gusto.

Un rincón de lectura, para los amantes de los libros. Una sala de juegos en donde nuestros niños puedan hacer de las suyas. Un espacio de música para el relax. O una cocina a nuestra medida, si somos amantes del arte culinario.

Una vez que logramos identificar el espacio es momento de diseñarlo “a medida”, justamente, para darle ese toque de hogar que lo va a hacer único y personalísimo.

¿No les pasa que a veces entran a una casa hermosa, decorada con las últimas tendencias, luciendo los mejores muebles que ofrece el mercado, con paredes impolutas y pisos relucientes y sin embargo nos les transmiten nada? Casas llenas pero vacías, las llamo yo.

Bien. Ese es el desafío que hoy me gustaría intentaran: convertir a sus casas, en hogares. Aunque el dibujo que nos regaló nuestra niña cuando tenía tres años, y que nosotros enmarcamos amorosamente, no encaje en la pared del comedor minimalista; o la carpetita al crochet -herencia de nuestra abuela- desentone en la mesita de centro escandinava y el posapava de broches de madera (regalo para el Día de la Madre hecho en la Guardería) no encuentre un lugar en nuestra cocina. Ellas son, justamente, las cosas que harán de nuestra casa, un hogar.

Creo que cuando el diseño deja ver alguna foto familiar o el último libro que está leyendo el dueño de casa, permite que se huela el aroma de la torta recién sacada del horno, o que se intuya con qué juegos se divirtieron los niños esa tarde, la misión está cumplida. Después podemos buscar la forma de que todo eso luzca en armonía y bajo ciertas pautas, pero que esté, es un paso adelante.

Poner el corazón en todo aquello que hacemos, es la mejor fórmula. Y cuando se trata del lugar en el que vivimos, no hay nada mejor que “decorarlo” con aquello que amamos, nos representa y nos recuerda día a día, quienes somos realmente.

 
 
 

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