Neutros: una decisión inteligente
- 4.CORAZONES
- 26 abr 2018
- 2 Min. de lectura

Decidir la paleta de colores para nuestro hogar no es tarea sencilla. Una forma de achicar los márgenes de error es optar por los tonos neutros que nunca pasan de moda por su calidez y sencillez, además de que se ajustan a cualquier estilo resultando sumamente versátiles. Justamente son colores que no compiten en un espacio y que combinan con cualquier color adicional que uno pueda imaginar.
¿De qué hablamos cuando hablamos de colores neutros? Técnicamente, de aquellos colores que contienen en partes iguales, los tres colores primarios (rojo, azul y amarillo) y cuya saturación es muy baja. En el diseño, el negro, el blanco, el gris y los tonos beiges son los neutros por excelencia.
Muchas veces se cree que elegir “neutros” es sinónimo de aburrimiento. Pero no es así. Por el contrario crean una base sosegada en la que se pueden introducir pinceladas de colores a través de los textiles, los muebles, empapelados, revestimientos e incluso, el piso.
Una opción que se ha vuelto tendencia es elegir un tono neutro para paredes y un color más intenso para el techo. El resultado queda muy bien aunque antes es conveniente estudiar la altura de las habitaciones porque, en general, es un recurso que suele bajar visualmente el cielorraso.

La seriedad de los neutros se puede contrarrestar con la elección de objetos decorativos como cuadros, láminas o tapices que combinen tonos y estampados vibrantes. También se puede generar un choque visual jugando con diferentes materiales como la madera de los muebles, o el bronce o cobre de las luminarias.
Se puede crear un foco decorativo añadiendo color a un mueble restaurado: sillas, mesas de luz, aparadores o incluso una mesita de centro en tonos pasteles o estilo vintage son una apuesta jugada, pero acertada. Otra forma económica y práctica de aportar color a una caja neutra, es a través de los textiles que nos permiten renovarlos al cabo de un tiempo sin invertir mucho tiempo y dinero.



Estampados florales o geométricos permiten romper con la neutralidad además de integrarlos a cualquier ambiente. Una manta verde pistacho o amarillo mostaza, por ejemplo, integrada a una caja arquitectónica gris generan un efecto llamativo interesante. Lo mismo pasa con las cortinas. Rayadas, con flores o colores constrastantes le dan no solo un marco decorativo a las aberturas sino que fraccionan la sobriedad de los blancos, grises y beiges.
Si optás por los neutros, será una decisión inteligente y versátil ya que serán la base para cualquier estilo decorativo y la opción más acertada para quienes cambiamos de parecer seguido.
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