Clásica y versátil: la "Thonet n° 14"

En una pequeña ciudad prusiana, allá por el 1830, un ebanista llamado Michael Thonet, descubrió que la madera húmeda podía asumir una forma curva, la cual se mantenía permanentemente si se secaba la humedad de la barra de madera con una fuente de calor en forma lenta.

Tiempo después, Thonet logra hacer una silla con solo 6 piezas, cuya espaldera era una única pieza de madera torneada con una curva muy elegante: era el nacimiento de la “Thonet N°14”, que en sus inicios costaba tres florines, lo que equivalía a tres docenas de huevos.

Con el tiempo se convirtió en una de las sillas más vendidas de la historia, convirtiéndose en un clásico sumamente versátil. De líneas sinuosas y sencillas, nunca pierde vigencia.

Es por eso que, si tenes una de estas “silla de café” -como se la conoce habitualmente- le podes sacar partido de mil formas diferentes: pintala con colores pasteles e integrala en la cocina, sola, o en conjunto con otras; dale color a sus patas en sable o su respaldo y usala en la habitación de los niños como un mueble auxiliar (para apoyar libros, o ropa).

Podes optar por dejarle su tonalidad original, y encastra perfecto en un ambiente clásico, aunque también el blanco y el negro le imprimen un sello personal. Aunque algunos prefieren agregarle almohadones, mientras más despojada, mejor se luce.

Actualmente se encuentra expuesta en el MOMA de New York y en el Vitra Miseum de Alemania.

¿Querés un dato curioso? Fue la silla preferida (en su versión mecedora) de Pablo Picasso. Y la elegida de CuatroCorazones para este viernes de febrero!