Espejo, espejito...

¿No les pasa muchas veces que se encuentran con espacios en el hogar que sienten que les falta “algo”? Durante mucho tiempo me pasó con el descanso de la escalera de casa. Me he preguntado varias veces si un cuadro, si pintar esa pared de un color en especial, si un empapelado llamativo, si una planta, si… un espejo!!!!! Fue así que, aportando la idea, y mi marido la mano de obra decidimos colocar este espejo de estética industrial, con materiales tan nobles como el hierro y el vidrio de color. Para darle un toque actual lo apoyamos inclinado, sobre el piso, en vez de colgarlo, lo que le da un efecto más llamativo y que marca tendencia. Y es que intemporales, prácticos y decorativos, los espejos aumentan la sensación de profundidad y luminosidad en los ambientes, por lo que si se escoge un diseño adecuado y una buena ubicación se lograrán efectos diversos. Lo primero que hay que tener en cuenta es su ubicación. A veces, una habitación pequeña y oscura puede recibir muy bien un espejo para multiplicar la luz y dar sensación de amplitud al espacio. Otras veces, podemos convertir ese espejo en un punto focal, es decir, de atracción, sobre una chimenea o un sofá.

Claro que también debemos tener en cuenta qué es lo que se refleja en el espejo para que, lo que sea, resulte interesante o atractivo. Por ejemplo, una ventana que de al jardín y que nos refleje el paisaje o potencie la luz que ingresa a través de ella. Pero además de su factor práctico es aconsejable optar por diseños llamativos que acaparen todas las miradas o que le otorguen un efecto distintivo a la decoración. Marcos antiguos o barrocos, ventanas o puertas recicladas o los espejos “sol” con aires vintage (muy de modo en estos tiempos) son una opción acertada.

Por suerte el diseño moderno hoy otorga permisos que antes eran impensados. Los espejos cruzan las fronteras de baños y dormitorios y muchas veces se convierten en verdaderos protagonistas de cocinas, pasillos y hasta espacios exteriores como galerías y pérgolas. Sólo es cuestión de animarse, romper con algunas tradiciones y mirar nuestro hogar con los ojos bien abiertos. Les aseguro que solo así las ideas surgen solas y resultan un verdadero éxito.