Mi casa, mi refugio

Mi casa es mi refugio. Y si a vos te pasa lo mismo es bueno saber que podemos hacer de ella un espacio saludable. Y es que en los últimos años el diseño de interiores se ha puesto al servicio de la salud y el confort. Ya no sólo se diseña pensando en lo bello y lo funcional, sino eligiendo materiales nobles, no contaminantes, de bajo consumo energético, sanitarios con sistemas de ahorro de agua potable y hasta colores que inducen a la calma e influyen en los distintos estados de ánimo.

La ventilación, la iluminación, la humedad, el aislamiento sonoro, la temperatura son elementos a tener cuenta al momento de diagramar la distribución de los espacios, por ejemplo.

La elección de la carpintería es fundamental. Los vidrios DVH (doble vidrio hermético) disminuyen significativamente la pérdida de calor de la calefacción hacia el exterior, aumentando la sensación de confort en invierno. De manera similar, impiden el paso del calor exterior manteniendo los ambientes frescos en verano. Si bien lo ideal sería una vivienda que se beneficie con el sol en las épocas frías (lo que también resultaría una buena manera para ahorrar energía) y se proteja de él durante los meses de calor, no siempre existe esa posibilidad.

La calidad de aire que circula por nuestra casa es otro punto importante, sobre todo para evitar problemas respiratorios y alérgicos. Los humificadores (que aumentan la humedad) y purificadores de aire (que limpian el aire) son una alternativa interesante. Igual siempre es recomendable ventilar bien la casa y decorar con plantas naturales.

La luz artificial o una mala iluminación puede generar cefaleas y problema de concentración. Lo mejor es aprovechar la luz natural -si es que podemos en obra elegir la ubicación de las aberturas- y para la artificial disponer de buenas luminarias (sin parpadeos), de bajo consumo o led. ¿Un dato? Si podés optar, sectoriza la iluminación; de esa manera, sólo encendes las del sector en el cual te encontrás y no las de todo el ambiente,

Muchas personas padecen alergias, dolores de cabeza y trastornos respiratorios por el uso de materiales como PVC, disolventes, aislantes sintéticos. Hay que buscar alternativas como madera, tuberías de polietileno y colas naturales, por ejemplo.

Los colores que utilices influirán en el estado anímico de quienes habiten la casa. Lo mismo que la distribución de algunos espacios y mobiliario (de esto mucho sabe el Feng Shui). El orden (recomiendo leer “La magia del orden” de Marie Kondo) también es indispensable para vivir “sanamente”, ya que el orden externo favorece el interno, y ésto la salud mental.

El mercado ofrece sanitarios con sistema de reciclado de agua que recoge el agua del baño y de la ducha y la reutiliza para llenar la cisterna del inodoro y suministrarle agua para la descargas. Si se trata de ahorrar agua potable, hay griferías con sensores (para evitar el desperdicie de agua) y también las hay con boquillas especiales que distribuyen el agua de forma regular y evitan salpicaduras. Aunque en nuestro país no está muy naturalizado, los sistemas de recolección de agua de lluvia son una forma efectiva de aprovechamiento de agua.

Opciones hay varias. Sólo es cuestión de asesorarse y elegir aquello que convierta a tu casa en un espacio no solo acogedor y funcional, sino saludable.