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Panton chair: sin principio ni final

  • Foto del escritor: 4.CORAZONES
    4.CORAZONES
  • 9 mar 2018
  • 2 Min. de lectura

Leyendo el otro día descubrí que Verner Panton, diseñador danés, tuvo a lo largo de su trayectoria una idea rectora que era la de “continuidad” o “línea no divisoria”. Así, fue reconocido por mezclar las paredes con los techos o las lámparas con los muebles, y un poco más, lograr que en uno de sus diseños más emblemáticos, la Panton Chair, no puedan distinguirse en donde empiezan los pies o el respaldo.

Diseñada en 1967, este modelo es objeto de deseo para todos aquellos amantes del diseño. Apilable, de líneas simples y coloridas, la Panton Chair, tiene una versatilidad tal que permite su uso en hogares, oficinas o espacios públicos.

En el interior del hogar funciona muy bien en estéticas retro, sobre todo por sus tonalidades vibrantes, que le aportan color a cualquier ambiente. Las negras o blancas resultan elegantes, especiales para combinar con muebles de madera.



Lo que hay que tener en cuenta con este modelo es no usar sillas de más: en mesas redondas no más de 4, y en rectangulares 6, si se trata de una mesa grande y el espacio lo permite.

Poco después de su lanzamiento, Panton quiso realizar la versión infantil, si bien no prosperó en ese momento actualmente se comercializa y resulta una buena opción para habitaciones infantiles por la variedad de colores en las que se presentan, el material (irrompible) y su característica de apilable.



El único cambio que sufrió este diseño de sus orígenes hasta ahora fueron los materiales utilizados. Al comienzo se producía en plástico y fibra de vidrio mientras que hoy podemos encontrar la Panton Classic en espuma dura con superficie barnizada y la Panton Chair Standar íntegramente en plástico.




 
 
 

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